lunes, 28 de mayo de 2012

¿DICES LO QUE PIENSAS? ¿PIENSAS LO QUE DICES?

Muchas de las dificultades en lograr una buena comunicación no depende del alcohólico, pero sí de la esposa. Las tensiones y las incertidumbres en las que vive todos los días el terror, el terror, la ira ha deformado tanto su capacidad de pensar  que muchas de sus reacciones son emocionales y a menudo destructivas. La coordinadora preguntó a los miembros: "¿Por qué no decimos lo que queremos significar? ¿Por qué no somos lo suficientemente honestos para encarar al difícil cónyuge con algunas verdades? Seguramente serán muy obvias, pero sino le hacemos saber al alcohólico cómo nos sentimos con respecto a las cosas, ¿Cómo podrá enterarse? ¿Qué es lo que lo motivará para encontrar la sobriedad si le hacemos creer que su comportamiento es aceptable?"

Cada Persona habló por turno; estas fueron las respuestas:
"NO DIGO LO QUE PIENSO PORQUE QUIERO EVITAR PELEAS Y PROBLEMAS. SUPONGO QUE HE APRENDIDO A DISTINGUIR ENTRE DECIR COSAS CRITICAS Y DESAGRADABLES Y HACER CLARAS ASEVERACIONES SOBRE UNA SITUACIÓN SIN LASTIMAR SUS SENTIMIENTOS"
La siguiente persona dijo:
"TEMO DECIRLE LO QUE PIENSO. FRECUENTEMENTE SÓLO PIENSO EN CRITICARLO POR LO QUE ME ESTÁ HACIENDO, AUNQUE SÉ QUE ESTÁ MAL PORQUE ESTÁ ENFERMO. PERO CUANDO ESTA TAN SIMPÁTICO Y BUENO QUE ODIO TRAER A COLACIÓN LAS COSAS DESAGRADABLES QUE PASARON. ¿ACASO NO DEBEMOS APLICAR A NOSOTRAS MISMAS ESTE PROGRAMA? DECIRLE CÓMO NOS SENTIMOS POR SU ACTUACIÓN ME PARECE QUE ES LO MISMO QUE HACERLE SU INVENTARIO MORAL"
Comentando estas dos respuestas la coordinadora dijo:
"Ustedes saben que ninguna mejora se puede llevar a cabo si no somos consecuentes. Si no tenemos el valor de hablar cuando el alcohólico está sobrio, él continuará creyendo que no hay limites para nuestra tolerancia. Pero debemos saber  lo que pensamos antes de poderlo decir convincentemente. No podemos ignorarlo y esconder la cabeza bajo un manto de esperanza. Nuestros maridos tienen derecho de saber lo que esperamos de ellos. A ellos les toca decidir si quieren o no corresponder a nuestras expectativas. No decirles cómo nos sentimos es deshonesto. Es otra forma de simular que aceptamos la situación cuando no es así. Esto es una falsedad. Si queremos que el alcohólico se enfrente a la realidad, debemos enfrentarla primero, y no tener miedo de compartir mis sentimientos.
No creo que esto sea lo mismo que regañar mientras nonos repitamos, y no creo que sea lo mismo que estar haciendo su inventario ¿Qué piensan ustedes?

Pag 26,27 y 28 del libro EL DILEMA DEL MATRIMONIO CON UN ALCOHÓLICO

SIGAMOS VINIENDO QUE JUNTOS PODEMOS Y SI FUNCIONA SI FUNCIONA

RECUPERACIÓN ESFUERZO PROPIO

1 comentario:

  1. En mi caso por ejemplo, que el alcoholico no consume hace como 24 años, pero no volvió a los grupos, seguramente porque se sintió curado, como me puede servir a mi alanon, pues me encuentro con un sindrome de ansiedad y depresiónb, terribles y estoy en tratamiento con medicamentos.Sigo por los lados de Alanon, estoy confundida mentalmente y quiero cambiar y llevar una vida serena para poder ayudar a mi familia que se encuentra afectada también poe la situación familiar.

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