Cuando no estoy dispuesta a aceptar la realidad, niego. Pero mi vida puede ser tan regocijante como lanzarse por el torrente si adopto la costumbre de encarar cada situación con flexibilidad,
dispuesta a " ir con la corriente" y ver lo que sucede. Puedo
simplemente llegar hasta el río dispuesta a lanzarme al torrente,
sabiendo que tengo mi propia llanta (Dios) y mi casco y guantes (los
instrumentos de la recuperación en Al-Anon,
en especial los Doce Pasos). No domino este enfoque de la vida, aunque
me estimula. Mi progreso puede ser lento, pero avanzo centímetro a
centímetro todos los días. Hoy después de muchos años en Al-Anon,
tengo el mismo poder superior que llegó conmigo, pero gozamos de una
relación mucho mejor y más realista. Puede que no siempre entienda la
voluntad de Dios, en especial cuando veo sufrir o pierdo a un ser
querido, pero confío en que El es un Dios amante que tiene un plan. Ya
no espero que me convenza de que este plan es bueno antes de renunciar a
dominar la vida.
Al aplicar el programa de Al-Anon, he llegado a creer que en realidad no estoy a cargo de nada o nadie. Sólo estoy aquí para hacer lo que pueda con lo que Dios me otorga. Si realmente deposito mi vida y las vidas de mis seres queridos en manos de Dios a través de las oraciones diarias. El será bueno conmigo allende mis deseos más desbordantes.
pag 261 Cómo ayuda Al-Anon a familiares y amigos de Alcohólicos.