domingo, 25 de noviembre de 2012

Nuevos Medios de Inicar Acciones

Después de un tiempo en Al-Anon me echaron del trabajo. En mi familia alcohólica me habían enseñado a aceptar cualquier oferta de trabajo que se presentaran o buscar trabajo orientados hacia mis fantasías poco realistas (empleos para los que no estaba preparado o para los que no tenía la pericia necesaria). Pero Al-Anon me ayudó a aprender que es más importante saber cuáles son en realidad mis. necesidades. Puedo ser realista en cuanto a mis necesidades financieras. Quizás no necesite tanto dinero como corresponde al valor que creo tener, ni tan poco como solía ganar. Mis necesidades emocionales incluyen poder hablar, así que era importante encontrar un empleo en el cual pudiera comunicarme con otra gente. Las necesidades espirituales incluyen un medio de trabajo que sea tranquilo, cálido, amable y gentil, donde pueda expresar mis sentimientos abierta y libremente cuando corresponda, donde pueda estar con gente que me permita ser lo que soy. Hoy el valor de mi persona no se basa en la capacidad de otras personas de satisfacer mis necesidades sino en mi capacidad de pedir que se satisfagan dichas necesidades.
Una vez que supe cual eran mis necesidades, apliqué los primeros tres pasos. Reconocí mi incapacidad: la antigua manera de buscar trabajo hizo ingobernable mi vida y tenía que encontrar algo nuevo. Tuve que adquirir el valor para compartir en reuniones Al-Anon con gente que me conocía desde hacía años y sabía que estaba desempleada otra vez; de otra manera no lo hacía realidad. Ya creía, así que todas las mañanas me levantaba y decía: "Estoy dispuesto a trabajar hoy, Dios. Si es tu voluntad por favor, dime dónde".
En el pasado, al buscar trabajo, fui a muchas entrevistas pero, esta vez, sólo me pidieron que dejara solicitudes, lo que me asustó, pero mi padrino me recordó que había pedido que las cosas se hicieran de manera diferente. Así que continué ocupándome de los requisistos básicos para empleos que parecían satisfacer mis necesidades, entendiendo que con o sin entrevista, aun me querían, y era la misma persona amante que había pedido una orientación esa mañana.
Llegó un momento, varios meses después, en que me sentí frustrado e incapaz y dejé el Tercer Paso. Debido a presiones financieras, decidí que debía hacer algo hoy. Mi poder superior me respondió dandome oportunidades de atender mis necesidades financieras de forma temporaria pero no a mis necesidades emocionales y espirituales que son a más largo plazo. Una vez de que me dí  cuenta de que no me iban a abandonar, volví a la costumbre de aplicar el tercer paso todos los días,  pero a un nivel de aceptación mucho mayor.
La semana siguiente tuve 4 ó 5 entrevistas. Mi antiguo comportamiento en entrevistas de trabajo era mentir sobre mi educación, mi diligencia en el empleo anterior, mi pericia en otras palabras, decir que si a todo lo que a menudo me lleva a un empleo para el que no estaba preparado estaba demasiado preparado y me sentía culpable. Así como había actuado en el hogar alcohólico, me encontraba manejando, justificando una mentira con otra, tratando de ser lo más general posible, y al mismo tiempo diciendo lo que la gente encargada deseaba escuchar.
El viejo método ya no funcionaba. Mi nuevo comportamiento, aprendido al aplicar el programa Al-Anon, es realizar el trabajo básico, decir la verdad y no ocuparme de los resultados.
Las entrevistas tuvieron como resultados 3 ofertas de trabajo. Dos de ellas eran el tipo de trabajo que había hecho con anterioridad y que no satisfacían mis necesidades financieras emocionales o espirituales, pero la tercera si.  Después de hablarlo con mis amigos de Al-Anon, acepté el tercer empleo.
El hecho de haber tomado este empleo no significa que se haya terminado el proceso. Todavía tengo que hablar sobre los tres primeros pasos, preguntar cuales son mis opciones, debatir mis necesidades con mi Poder Superior y otros, y aceptar los resultados al permitir hacer conocer mis necesidades.

Tomado del libro Sacando provecho de las crisis.
Paginas 193-195
SIGAMOS VINIENDO QUE JUNTOS PODEMOS Y SI FUNCIONA SI FUNCIONA.............

viernes, 9 de noviembre de 2012

Compensandome

Creo que la palabra compensación significa reparar relaciones. También pienso en curarme a mí misma  en sentimientos heridos, en liberar mi propia conciencia. En una Época pensaba que reparar el mal causado era disculparse, pero mi criaron disculpandome ya sea voluntariamente o no. Hoy considero la disculpa como un método de reparar el mal causado. No es un castigo para mí. Mi experiencia en Al-Anon ha confirmado que el arrepentimiento no debe ser necesariamente penoso o desagradable.
Este es un paso para mi paz de Espíritu. Si otros reciben satisfacción de mi compensación, magnifico. Reparar el mal no depende del perdón de nadie; debo perdonarme a mí misma para compensar el mal causado, pero descubrí que eso sólo agregaba un mal mayor al que ya me había infligido.