Antes de llegar a Al-Anon, en ocasiones tomaba decisiones originadas en
mi reacción ante emociones irritantes como la confusión, la ira y el
temor, ninguna de ellas es una buena base para decidir nada. Reaccionaba
y mi vida se volvía totalmente ingobernable.
Al-Anon me demostró cómo responder de modo adecuado a mis emociones. En
lo que respecta mi manera de reaccionar, aprendí a analizar primero mis
sentimientos para poder analizar con calma una situación. Cuando
experimento emociones intensas llamo a mi Madrina para compartir mis
problemas y aliviar mis sentimientos. Algunas veces escribo en mi diario
o hago ejercicios, por ejemplo, nadar. La oración y la meditación
también me ayudan a calmarme y a adquirir una perspectiva apropiada.
Cuando deseo tomar medidas drástica, me pregunto "¿Cuán Importante es? "
¿Es el comportamiento que me propongo adoptar comparable con el
problema? Con frecuencia no lo es. Cada uno de esos instrumentos me
ayudan a ganar el tiempo y espacio necesarios para desenredar el hilo
del intelecto y las emociones. Luego puedo actuar en vez de reaccionar
impulsivamente.
Siempre ayuda recordar que mejorar no siempre quiere decir sentirse
mejor. Cuando debo experimentar el dolor para deshacerme de él,
recuerdo. "Esto también pasará" Me digo que de la misma manera que
pensar en algo no lo convierte en realidad, sentir algo tampoco lo hace
real. Mi vida va a funcionar según la voluntad de Dios,
independientemente de cómo me sienta, así que, ¿Para qué manipular las
situaciones con el fin de evitar lo inevitable: las emociones humanas?
Tal comportamiento sólo crea más dolor y yo estoy segura de que ¡no
quiero más de eso!
Pensamiento del Día
¿Utilizo mis sentimientos o dejo que ellos me utilicen?
"La verdadera naturaleza de mi problema era mi negativa tenaz a reconocer sentimientos, a aceptarlos y a dejarlos marchar"
Pag 227 de Esperanza para Hoy
SIGAMOS VINIENDO QUE JUNTOS PODEMOS Y SI FUNCIONA SI FUNCIONA
RECUPERACION ES ESFUERZO PROPIO
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