Comportamiento con dignidad
Cuando reacciono ante comportamientos
inaceptables o ante una situación aterradora, abandono mi dignidad.
Esta es una de las cosas que me perturbaban en el pasado: yo, y el
alcohólico, era la persona a la que la gente observaba y consideraba
loca o mala. Poder alejarme ahora sin pasar por tonta es una gran
satisfacción. Gracia a Al-Anon,
hoy sé que puedo detenerme y pensar o hablar con mi madrina antes de
decidir qué hacer o no hacer. La mayor parte del tiempo, cuando surgen
situaciones difíciles, me recuerdo que mi objetivo final no es ganar o
demostrar que tengo razón sino mantener la dignidad y enorgullecerme de saber que no tendré que reparar ningún mal a causa de mi comportamiento.
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