miércoles, 22 de agosto de 2012

Cambios - Riesgos

El Cambio sano representa una amenaza. Cuando adoptamos decisiones en nuestro propio nombre, cuando pasamos por alto la insistente voz de la enfermedad que dice ¡No crees Problemas!, cuando dejamos cuestiones urgentes durante una hora para dedicárselas a ocuparnos de nosotros mismos, cuando optamos por dar un paso atrás y le permitimos al ser querido avanzar hacia una crisis sin interferencia nuestra o cuando interrumpimos una antigua pauta de comportamiento que ya no funciona, perturbamos la atmósfera estática en la cual florece con facilidad esta enfermedad de la familia. Como el antiséptico en una herida abierta, podemos sentir ardor durante un rato después de tomar la decisión. Algunos nos encontramos llenos de dudas aunque estábamos segurísimos de nuestra decisión, algunos nos obsesionamos por los resultados de las decisiones tomadas, preguntándonos lo que pensarán los demás, otros nos sentimos agotados, deprimidos, inseguros o simplemente desdichados.
Cuando reconocemos los riesgo que hemos corrido al adoptar una decisión y el progreso realizado, Nuestro amor propio recibe un fuerte impulso. Ya sea que hayamos encarado un temor, hecho una llamada telefónica difícil o iniciado un esfuerzo de envergadura para cambiar nuestras vidas, cada vez que logramos lo que nos proponemos, nos corresponde celebrar nuestras victorias, aun las más pequeñas. Recordemos practicar la gratitud. Cuando la confianza en nosotros mismos y en nuestro Poder Superior vacila, los triunfos pequeños pueden fortalecer nuestra fe.


Tomado del Libro Sacando Provedho de las Crisis Pagina 185-186

SIGAMOS VINIENDO QUE JUNTOS PODEMOS Y SI FUNCIONA SI FUNCIONA ..........
Y RECUERDA QUE LA RECUPERACION ES ESFUERZO PROPIO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario