Vine
a Al-Anon para afrontar problemas derivados del alcoholismo en la
familia de mi marido. Pero después de dos años de reuniones me di cuenta
de que las mismas pautas existían en mi familia aunque mi papá no bebía
tanto. Luego en poco tiempo, toda mi vida cambio y la comprensión se
suspendió. Dejé a mi marido. Comencé a trabajar criando a mis hijos al
mismo tiempo como madre sola. Asistía a terapia para encarar los efectos
del abuso sexual. Y mi madrina se mudó a otro estado. Los problemas
empezaron a atormentarme día y noche.Sabía que el problema real era yo
misma. Asistía esporádicamente a reuniones Al-Anon. Me sentía
desgraciada. Anhelaba la serenidad que había encontrado alguna vez con
la ayuda de Al-Anon.
Pensaba que había recaído en el programa Al-Anon pese haber asistido a reuniones y hecho llamadas telefónicas. Entendí que me había acercado a gente que me permitía insistir en problemas y no en soluciones. Y recibía demasiadas opiniones. Necesitaba una madrina.
Comencé a ver que había muchas maneras de recuperarse de los efectos del alcoholismo. Durante dos años había leído muchas otras filosofías pero no literatura Al-Anon excepto "Un día a la Vez" en Al-Anon. Recuerdo haber oído que la Literatura Aprobada por la Conferencia era un pegamento que mantenía unido nuestro programa. Decidí "Mantenerlo simple" leyendo solo literatura Al-Anon.
Me impacientaba en las reuniones porque a veces escuchaba cosas que me parecían terapia, no Al-Anon. Sentía tanto resentimiento que no podía valorar la experiencia, la fortaleza y esperanza Al-Anon cuando eran compartidas. Tuve que dejar de juzgar a la gente, tanto dentro como fuera de las reuniones. Al-Anon me enseñó que toda la gente, ya sea que asistiera a reuniones o a bares, tenía un Poder Superior que no era yo. Aprendí a quedarme con lo que me agradaba y a desechar el resto.
SIGAMOS VINIENDO QUE JUNTOS PODEMOS Y SI FUNCIONA SI FUNCIONA.......
TOMADO DEL LIBRO SACANDO PROVECHO DE LAS CRISIS PAG 225,226,227
Pensaba que había recaído en el programa Al-Anon pese haber asistido a reuniones y hecho llamadas telefónicas. Entendí que me había acercado a gente que me permitía insistir en problemas y no en soluciones. Y recibía demasiadas opiniones. Necesitaba una madrina.
Comencé a ver que había muchas maneras de recuperarse de los efectos del alcoholismo. Durante dos años había leído muchas otras filosofías pero no literatura Al-Anon excepto "Un día a la Vez" en Al-Anon. Recuerdo haber oído que la Literatura Aprobada por la Conferencia era un pegamento que mantenía unido nuestro programa. Decidí "Mantenerlo simple" leyendo solo literatura Al-Anon.
Me impacientaba en las reuniones porque a veces escuchaba cosas que me parecían terapia, no Al-Anon. Sentía tanto resentimiento que no podía valorar la experiencia, la fortaleza y esperanza Al-Anon cuando eran compartidas. Tuve que dejar de juzgar a la gente, tanto dentro como fuera de las reuniones. Al-Anon me enseñó que toda la gente, ya sea que asistiera a reuniones o a bares, tenía un Poder Superior que no era yo. Aprendí a quedarme con lo que me agradaba y a desechar el resto.
SIGAMOS VINIENDO QUE JUNTOS PODEMOS Y SI FUNCIONA SI FUNCIONA.......
TOMADO DEL LIBRO SACANDO PROVECHO DE LAS CRISIS PAG 225,226,227
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